Empresas, es hora de tener en cuenta el capital natural

Como continuación a la traducción de la serie de artículos sobre capital natural fruto de la colaboración entre el Huffington Post y la Natural Capital Coalition que Mercados de Medio Ambiente viene recogiendo en sus páginas desde su lanzamiento, hoy publicamos el último traducido, que lleva la firma de Steven Lang y Lucy Godshall, socio y asociada, respectivamente, de EY Climate Change and Sustainability Services.

 

El Protocolo del Capital natural aspira a «lograr un cambio en el comportamiento de las empresas para que preserven y mejoren, en lugar de agotar, el capital natural de la tierra».Se trata de Business, it´s time to get on board with natural capital (Empresas, es hora de tener en cuenta al capital natural), y comienza reconociendo que «uno de los aspectos más interesantes de asesorar a las empresas más grandes del mundo en sus estrategias de sostenibilidad lo constituyen las visiones que esta proporciona sobre cómo están respondiendo a algunas de las cuestiones más difíciles que enfrentamos en el siglo XXI».

Una relación de la empresa con el capital natural que permite que esta exista es uno de esos asuntos críticos. Algunas de las cuestiones que nuestros clientes están considerando a este respecto son: ¿Qué impacto tiene el capital natural en la toma de decisiones? ¿Existe algún riesgo oculto para mi negocio? ¿Les importa a mis inversores? ¿Será considerado este factor en la regulación futura?

Este tipo de preguntas enmarcan las discusiones que tenemos regularmente en torno a este asunto, ya sea con el alto ejecutivo en la junta directiva o bien con un analista de campo especializado en biodiversidad. Sin embargo, estas conversaciones tienden a mantenerse con una minoría de empresas, aquellas que ya han comprendido la importancia de la cuestión.

Mientras que la conciencia y la comprensión de la valoración del capital natural es en general todavía bastante incipiente, el diálogo sobre esta materia está ganando impulso a través de la Natural Capital Coalition. Con la puesta en marcha del Protocolo del Capital Natural, se prevé que una nueva ola de empresas se sume a la conversación y conozcan cuál es su relación con el capital natural.

El Protocolo representa la culminación de un diálogo en torno al capital natural que comenzó hace casi medio siglo, y su lanzamiento celebra la creación de un espacio propicio para la discusión, la colaboración y la innovación. Sin embargo, aún está por ver la escala que resulta de su adopción.

El Protocolo tiene como objetivo proporcionar a las empresas un marco normalizado para identificar, medir y valorar sus impactos directos e indirectos (positivos y negativos), así como sus dependencias sobre el capital natural. De este modo, el Protocolo aspira a «lograr un cambio en el comportamiento de las empresas para que preserven y mejoren, en lugar de agotar, el capital natural de la tierra». Esta es una calle de dos direcciones, una relación basada en dar y recibir, fundamentada en la cooperación y un entendimiento común de la importancia del capital natural. Si ha de lograrse el avance en esta materia, esta comprensión debe extenderse a todos los rincones de la comunidad de los negocios. El capital natural se está convirtiendo no solo en un movimiento importante de la sostenibilidad, sino también en un imperativo de negocio, y el Protocolo debería ayudar a abordar esta cuestión.

En el transcurso de dos años, el desarrollo del Protocolo se ha basado en conocimientos técnicos, una consulta pública, pruebas piloto y el compromiso empresarial con el fin de trabajar con las compañías y, en última instancia, fomentar la adopción más generalizada de la valoración y medición del capital natural.

Como parte del proceso de participación de las empresas, más de ochenta empresas —de 15 sectores de actividad diferentes y siete regiones geográficas— han compartido los factores clave que influyen en la adopción y uso del Protocolo del Capital Natural. Una instantánea de este compromiso se destila en el informe Natural Capital Protocol: Feedback Report from Business Engagement Partner Interviews, de la Natural Capital Coalition.

Al tratar de abordar las prioridades y expectativas de la comunidad empresarial, el equipo técnico de redacción examinó estos hallazgos, junto con otros puntos de vista de las empresas como el programa piloto, estudios de casos y las buenas prácticas existentes.

Mientras que las aplicaciones previstas del Protocolo difieren de empresa a empresa, muchas de las compañías entrevistadas como parte del proceso de consulta estaban de acuerdo sobre los principios fundamentales, aquellos que serían fundamentales para la validación y adopción del Protocolo. Las empresas querían un marco claro que fuera accesible, flexible y estuviera alineado con las metodologías existentes; uno que transmitiera credibilidad, relevancia empresarial y, sobre todo, con tal orientación que pudiera conducir a resultados significativos para la toma de decisiones.

En particular, las empresas con las que hablamos aspiraban a un Protocolo que desbloqueara valor a la hora de abordar el capital natural en sus empresas, y que les apoyara en la toma de decisiones que van desde la gestión de la cadena de suministro a las inversiones estratégicas. Se trata de aplicaciones críticas del negocio que el Protocolo podría ayudar a resolver y que también podrían generar beneficios para el negocio.

Con la puesta en marcha del Protocolo, debemos preguntarnos: ¿podrá satisfacer las necesidades de la comunidad empresarial, y quiénes vamos a subir a bordo? Después de haber tenido la suerte de haber jugado un papel central en el proceso de participación de las empresas, lo que ha dado forma significativa al desarrollo del Protocolo, estamos seguros de que hay un inmenso valor, tanto en el Protocolo como en las primeras guías del sector que lo acompañan (sobre los sectores de la alimentación y bebidas y textil).

El Protocolo no solo proporcionará un marco coherente y estructurado que permita a las empresas evaluar sus impactos y dependencias del capital natural de manera fiable, sino que también estimulará una discusión más profunda y extendida sobre el capital natural que esté alineada tanto con las expectativas del negocio y qué les desafía a hacer más. Como tal, el Protocolo representa un paso importante en la construcción de las bases para la adopción generalizada de la contabilidad del capital natural en los negocios.

Fuente: Mercados de Medio Ambiente.

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